Los cancerianos son el símbolo de la SENSIBILIDAD. En el amor físico y espiritual, en la vida corriente, en los grandes hechos de la existencia. Sensibilidad para toda empresa de orden intelectual. Sensibilidad en su infancia, juventud, madurez y vejez. La SENSIBILIDAD -con mayúsculas- llevada a veces al mayor grado de exaltación o llevada a la timidez extrema. Son unos seres de grandes contrastes, a quienes representa el cangrejo, recubierto por un caparazón que protege su interior. Son, por tanto, difíciles, complicados, paradójicos, rozando muchas veces los extremos más opuestos.
Se encuentra entre ellos a grandes artistas y literatos, capaces de crear un mundo con su sensibilidad. Pero también seres anulados totalmente por su indolencia, debilidad y timidez. La persona más profunda se halla entre estos nativos, pero también la más vacía. El mejor, más inteligente, más astuto comerciante y hombre de empresa, y el oportunista de poca altura, capaz de crear su propia comodidad. Muchas grandes figuras entre los amantes, famosos de la historia pertenecen a CANCER. Y también muchos de esos seres sumisos, encerrados en la comodidad de su hogar, en el estrecho egoísmo de su bienestar.
Viven, por lo general, muy dentro de sí mismos. No obstante, son muy susceptibles a las influencias externas y parte de sus esfuerzos se dispersan en un intento de protegerse de dichas influencias. Cualquier gesto, o palabra desconsiderada les hiere y determina que se aislen, se aparten del ambiente que les rodea. Este nativo necesita amor en todas sus manifestaciones. Es en él una necesidad. Se siente desgraciado si no ama. Pero tanto el amor determinado por una gran pasión, como el que se manifiesta por medio d ela amistad verdadera, en palabras de comprensión y afecto, en unas palmadas de compañerismo.
Es generoso y el gran confidente ideal en quien todos buscan y encuentran consuelo. Porque es comprensivo con el esfuerzo, la debilidad, los problemas de todo tipo de sus semejantes. Tenaz, con una voluntad difícil de captar, pero efectiva, se sobrepone a todo, vence todos los obstáculos para alcanzar la meta propuesta. Caprichoso, pero nunca superficial ni voluble. Cambia frecuentemente de gustos, de hábitos, aunque nunca lo haga respecto a su forma de enfrentarse a la vida. Supersensible; posee a veces, obsesiones que llegan a anular sus características positivas. A veces, por un gesto, un ademán o una frase que ha interpretado mal.
Demasiado impresionable, adopta una máscara de indiferencia ante la gente y rara vez admite que la opinión de los otros influya en su conducta y sobre todo en su sensibilidad. Le gustan la buena mesa, los platos delicados, el confort y la comodidad. Ama la naturaleza apasionadamente. El hogar y los niños constituyen uno de sus grandes respetos y de sus grandes amores. La vida mística, las ciencias ocultas, lo misterioso, todo lo vedado, le atraen grandemente. Muchos de los médiums más famosos pertenecieron a este signo.
En sentido negativo, su timidez será en toda su vida el mayor de sus enemigos. Podemos compararlos a una botella cerrada bajo fuerte presión interna. Una timidez que oculta la pasión, la tormenta, la crisis emocional. Que llega en muchos casos a nular lo bueno de ellos y les convierte ante los demás en personas indiferentes, apáticas, fuera de órbita. Como ocurre con las fases de la Luna, están sujetos a fuertes contrastes de ánimo, a fluctuaciones de tempramento. Estudiándoles a fondo, se verá que hoy son los más afables que conocemos y mañana los más despóticos e injustos.
Siendo generosos y comprensivos, siempre dispuestos a ayudar a los demás, jamás perdonan una ofensa a sus sentimientos o interioridad. Pero no son rencorosos y vengativos. Aunque la ofensa abre tal huella en su ser, que trdarán años y años en volverla a verrar. No poseen un sentido adecuado de las proporciones de tipo personal. En los cancerianos se da o un gran complejo de inferioridad, en vencer el cual perderán parte de su juventud, o madurez o, contrariamente, un exagerado sentido de su valía.
En casos muy negativos, hallarán tales obstáculos ante el desarrollo de sus ambiciones y personalidad, que se convertirán en seres apartados voluntariamente d ela vida social. Les falta interés por los problemas generales. Falta también de acometividad y arranque, en ambos casos por exceso de conservadurismo, de timidez y comodidad. Defectos muy graves derivados única y exclusivamente de creerse indefensos ante la vida y tomar una actitud defensiva. Entre estos defectos, puede citarse la cobardía ante el enfrentamiento con el destino y la pereza para todo esfuerzo positivo y práctico.